Creatividad generativa: La nueva era de la IA-maginación en el diseño de indumentaria ¹

Andrea Venero, Freddy Paz

El ensayo examina la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en las industrias creativas, con énfasis en los campos del arte, la moda y el diseño. A partir de una revisión histórica que va desde los orígenes de la IA hasta el surgimiento de las inteligencias generativas, se reflexiona sobre cómo estas herramientas han transformado los procesos de creación y aprendizaje. Desde la perspectiva docente, se analiza su uso como apoyo visual y metodológico en el trabajo de los estudiantes, quienes recurren a la IA para suplir habilidades en formación o explorar nuevas rutas creativas. Asimismo, se discute su función como asistente-formador, capaz de sugerir alternativas y expandir los procesos de ideación sin reemplazar la mirada crítica del diseñador. El texto incluye una experiencia comparativa entre una colección desarrollada previamente y los resultados obtenidos mediante IA, evidenciando tanto su potencial para generar ideas dentro de los procesos de diseño contemporáneos.

Palabras clave: Diseño de Modas, Proceso Creativo, Inteligencia Artificial

 

La Inteligencia Artificial (IA) nació del campo de las Ciencias Computacionales con los planteamientos teóricos del matemático Alan Turing, quien en 1950 propuso una prueba para determinar si una máquina podía considerarse “inteligente” (Moor, 2003). Su idea consistía en que una persona conversara, sin saberlo, con un humano y una máquina por texto; si no lograba distinguirlos, se asumía que la máquina poseía inteligencia (Brackenbury & Ravin, 2002). Desde entonces, la IA avanzó hacia sistemas cada vez más sofisticados, como Deep Blue de IBM —la primera máquina en derrotar a un campeón mundial de ajedrez—, y más tarde hacia modelos capaces de procesar información a gran escala. Hoy, las Inteligencias Artificiales Generativas continúan esa línea, permitiendo escribir textos, diseñar imágenes, o simplemente conversar (Ooi et al., 2025).

En el ámbito del arte y el diseño, estas herramientas han transformado profundamente la relación entre creatividad y tecnología. Hace apenas unos años resultaba impensable que con una simple instrucción textual se pudiera generar una imagen coherente o un diseño completo. Ahora, sin embargo, la IA permite producir contenido visual con precisión estilística (Sengar et al., 2025), combinar rostros o replicar estéticas tan particulares como la animación de Studio Ghibli (Rutecka, 2025). Este salto tecnológico ha ampliado las posibilidades de experimentación visual y ha introducido nuevas formas de ideación que antes requerían tiempos y recursos significativamente mayores.

En esa línea, la irrupción de la IA generativa ya transforma las dinámicas de trabajo en las industrias creativas. En 2022, un grupo de diseñadores de moda en Hong Kong, pertenecientes al Laboratory for Artificial Intelligence in Design (AiDLab), presentó la primera pasarela compuesta por diseños asistidos por IA generativa. Utilizando herramientas como Cala, Designovel y Fashable, experimentaron con múltiples variaciones de diseño sin producir muestras físicas, reduciendo costos y acelerando radicalmente sus procesos (Kreinsen et al., 2024). Asimismo, Calvin Wong —investigador principal de AiDLab— desarrolló AiDA, un sistema de IA centrado en el diseñador, capaz de generar planos y propuestas cromáticas a partir de bocetos iniciales, preservando la creatividad del autor y ofreciendo sugerencias de mejora (The Hong Kong Polytechnic University, 2023). Estos avances evidencian cómo la IA no solo amplía el campo de lo posible, sino que redefine los tiempos, etapas y mediaciones del proceso creativo en moda.

Desde mi experiencia en el diseño de indumentaria, observo que mis estudiantes utilizan la IA principalmente como un recurso de visualización de sus propuestas. En muchos casos, estas herramientas les permiten suplir habilidades en las que aún no se sienten suficientemente fuertes, como la ilustración detallada de los diseños, la representación de materiales o el acabado de una prenda en un contexto visual. Reconozco que esta práctica puede limitar el desarrollo pleno de sus capacidades de dibujo, pero también entiendo que el mundo contemporáneo no siempre exige imágenes extremadamente descriptivas para comunicar una idea. Por ello, pongo énfasis en que elaboren un dibujo técnico sólido, pues este sigue siendo fundamental para comprender cómo se construye la prenda en su materialidad y en sus procesos productivos.

La IA, además se convierte en un punto de partida creativo, un recurso útil cuando las ideas parecen agotarse o cuando se busca inspiración inicial. En las industrias creativas no existe necesariamente una única respuesta correcta; lo importante es cómo se canaliza la herramienta para detonar nuevas rutas de exploración. Sin embargo, es esencial subrayar que un buen “prompt” no define por sí solo a un creador. La creatividad surge de la observación, la sensibilidad y la experiencia acumulada de cada individuo, dimensiones que ninguna máquina puede replicar.

 

Fig. 01.

Registro de las bitácoras personales [Elaboración propia]

Fig. 02.

Colección generada a partir de las bitácoras mediante proceso manual [Elaboración propia]

 

La IA funciona a partir de un mecanismo de aprendizaje supervisado, en el que se le indica qué es válido, qué debe corregir y cómo mejorar (Tiwari, 2022). Ese proceso se asemeja, en cierto modo, a nuestra propia manera de aprender: acumulamos experiencias, recibimos retroalimentación, corregimos y volvemos a intentar. Entonces surge la pregunta: si a mí me ha tomado 32 años formar mi sensibilidad, mis asociaciones y mi modo de pensar, ¿cuánto tiempo tomaría educar a una IA para que establezca los mismos enlaces que yo considero significativos?

El desafío no es solo temporal, sino epistemológico: ¿cómo se podría sintetizar décadas de experiencia, intereses y subjetividad para trasladarlos a un sistema artificial?, ¿es posible “instaurarle” una manera de pensar?, o ¿es el aprendizaje humano intransferible porque está tejido con vivencias, afectos y contextos únicos?

En esa línea, la IA puede pensarse como un asistente-formador: alguien que ejecuta tareas, propone alternativas, pero que nunca llega a ser la persona misma. Como en la metáfora de The Devil Wears Prada, la asistente puede organizar, traducir o sistematizar, pero la mirada, el criterio y la sensibilidad siguen siendo inalienables de quien crea.

Al revisar mi experiencia reciente, he tomado como punto de partida el manifiesto con el que sustenté mi colección en 2016: “se inspira en el periodo de declive de la civilización, la cual pone en evidencia una contradicción entre la grandeza alcanzada el pueblo Mochica y su dramático declive (…) así como en cómo el mar termina siendo un elemento determinante de las condiciones climáticas extremas que enfrentaron” (Venero, 2016). Ese texto, que en su momento organizaba mis ideas, mis recursos conceptuales y mis intereses temáticos, se ingresaron en dos programas de IA —ChatGPT y Gemini— para observar qué tipo de resultados podían generarse. La experiencia ha sido reveladora: los outputs no necesariamente configuran una colección integral en el sentido estricto —donde se definen siluetas, largos modulares, recursos materiales y estrategias de integración—, pero sí ofrecen líneas generales y puntos de partida sorprendentemente claros. En algunos casos, incluso, las propuestas superan lo que se había proyectado en aquel momento.

 

Fig. 03.

Colección generada mediante ChatGPT a partir de las bitácoras.

Fig. 04.

Colección generada mediante Gemini a partir de las bitácoras

Los resultados generados por ChatGPT no parecieron necesariamente superiores, quizás por la forma en que el texto fue interpretado; en cambio, los de Gemini impactaron por la claridad con la que organizó elementos de silueta, color y textura. Su manera de combinar tonalidades o de articular materiales reveló asociaciones que no se habrían imaginado, incluso cuando algunas resultaban previsibles en su lógica formal.

Un aspecto interesante fue la escala de las formas: las imágenes más potentes correspondían a volúmenes amplios, casi pesados, que transmitían una sensación corporal distinta. En el poryecto  original, nunca se había considerado el tamaño como un factor expresivo; sin embargo, la IA llevó a reflexionar sobre cómo las dimensiones pueden convertirse en un recurso simbólico y emocional dentro de una prenda. Estos hallazgos muestran cómo las propuestas generadas por algoritmos no solo varían un concepto preexistente, sino que pueden ampliar la comprensión del diseño, introduciendo variables que no figuraban en el proceso inicial.

Esto conduce a una reflexión crítica: ¿la IA puede “crear mejor que uno” o simplemente funciona como un detonante de ideas, un espejo que nos obliga a repensar nuestros propios recursos y asociaciones? El valor no está únicamente en el resultado visual generado, sino en el modo en que este alimenta y reconfigura nuestros procesos.

Sin embargo, el diseño de indumentaria tiene un componente que trasciende la imagen. Una colección no se valida únicamente en el plano bidimensional de una ilustración o una fotografía, sino en la prenda materializada, con todas sus exigencias técnicas: tridimensionalidad, acceso al cuerpo, costuras, patronaje, construcción. La pregunta que se abre es hasta qué punto la IA podrá expandirse hacia dimensiones más prácticas y técnicas, que requieren un conocimiento artesanal y corporal acumulado. Así como hoy los estudiantes recurren a la IA para suplir carencias en la ilustración, ¿será posible que en un futuro cercano también apoye los procesos de patronaje, costura o ensamblaje?.

Si hoy la IA es capaz de detonar ideas y expandir los caminos de conceptualización, también podemos proyectar su influencia hacia las dimensiones técnicas del diseño. Así como ya colabora en la visualización de propuestas, es posible que en un futuro cercano intervenga en el patronaje, la construcción o la optimización de procesos productivos. No vendrá a definir nuestro trabajo —ni en lo bidimensional ni en lo tridimensional, ni en lo conceptual ni en lo práctico—, pero sí a ensanchar las posibilidades de lo que podemos diseñar y construir, ampliando nuestro horizonte creativo sin desplazar la sensibilidad que emerge de la experiencia humana: esa capacidad de interpretar, sentir y significar el acto de crear.

 

 

Referencias

Brackenbury, I., & Ravin, Y. (2002). Machine intelligence and the Turing Test. IBM Systems Journal, 41(3), 524. https://doi.org/10.1147/sj.413.0524

Kreinsen, M., Thiems, M., Sprenger, S., & Schulz, S. (2024). A project-based AI and Data Education Concept for STEM Teacher Education in Teaching-Learning-Labs. In Proceedings of DELFI 2024 (pp. 163-170). https://doi.org/10.18420/delfi2024_14

Moor, J. H. (2003). Turing test. In Encyclopedia of Computer Science (pp. 1801-1802).  John Wiley and Sons LTD.

Ooi, K.-B., Tan, G. W.-H., Al-Emran, M., Al-Sharafi, M. A., Capatina, A., Chakraborty, A., … & Wong, L. W. (2025). The potential of generative artificial intelligence across disciplines: Perspectives and future directions. Journal of Computer Information Systems, 65(1), 76-107. https://doi.org/10.1080/08874417.2023.2261010

Rutecka, P., & Cicha, K. (2025). “Ghiblified by AI”: Viral AI-generated image trend in press narratives. First Monday, 30(9). https://doi.org/10.5210/fm.v30i9.14304

Sengar, S. S., Hasan, A. B., Kumar, S., & Carroll, F. (2025). Generative artificial intelligence: a systematic review and applications. Multimedia Tools and Applications, 84(21), 23661-23700. https://doi.org/10.1007/s11042-024-20016-1

The Hong Kong Polytechnic University. (2023). Weaving AI into fashion design with the world’s first designer-led AI system.

https://www.polyu.edu.hk/publications/excelximpact/issue/202305/spotlights/weaving-ai-into-fashion-design-with-the-world-s-first-designer-led-ai-system?utm_source=chatgpt.com

Tiwari, A. (2022). Supervised learning: From theory to applications. In Artificial intelligence and machine learning for EDGE computing (pp. 23-32). Academic Press.

Venero, A. (2016). Ocaso Mochica. https://issuu.com/andreaveneroc/docs/ocasomchica

Fichas Técnicas

 

Fig. 1 Mood Board, Ocaso-Mochica

Autora: Andrea Venero Carrasco
Año: 2016
Técnica: Collage digital
Materiales: Imágenes obtenidas de la web
Descripción:
Collage digital creado como punto de partida conceptual para la colección Ocaso-Mochica. La composición reúne referencias visuales vinculadas a la iconografía mochica y a su vínculo con el mar, la agricultura y la arquitectura. Sirvió como inspiración para el desarrollo de los recursos morfológicos, materiales y cromáticos de la colección.


Fig. 3 Marea de Ocaso

Autores: ChatGPT y Andrea Venero Carrasco
Año: 2025
Técnica: Imagen generada mediante inteligencia artificial (ChatGPT)
Materiales: Prompts textuales derivados del manifiesto de la colección Ocaso-Mochica
Descripción:
Obra generada a partir de un prompt que reinterpreta el manifiesto conceptual de la colección Ocaso-Mochica (2018). Explora la continuidad entre creación humana y artificial, recuperando los valores estéticos y simbólicos del proyecto original a través de herramientas de IA generativa.

Fig. 2 Colección Ocaso-Mochica 

Autora: Andrea Venero Carrasco
Año: 2018
Técnica: Collage digital e ilustración digital
Materiales: Imágenes e ilustraciones digitales
Descripción:
Serie de ocho looks resultantes del proceso de investigación y experimentación visual iniciado con el mood board Ocaso-Mochica. Cada propuesta traduce elementos culturales mochicas en siluetas contemporáneas, integrando texturas, formas y colores inspirados en la cerámica, los tejidos y la simbología del mar.

Fig. 4 El Ocaso del Gran Navegante

Autores: Gemini y Andrea Venero Carrasco
Año: 2025
Técnica: Imagen generada mediante inteligencia artificial (Gemini)
Materiales: Prompts textuales basados en el manifiesto original de la colección Ocaso-Mochica
Descripción:
Serie de imágenes generadas con la herramienta Gemini, empleando los mismos lineamientos conceptuales utilizados en ChatGPT. La propuesta busca observar las variaciones estéticas que surgen del uso de diferentes inteligencias artificiales para reinterpretar un mismo concepto visual.

Andrea Venero y Freddy Paz

Andrea Venero y Freddy Paz desarrollan proyectos de investigación que vinculan tecnología, diseño y creatividad, explorando cómo las herramientas digitales pueden transformar los procesos de creación en el ámbito textil, la indumentaria y las industrias creativas.
Andrea es diseñadora y docente, dedicada al estudio de la indumentaria y el textil desde una perspectiva expandida que une práctica artesanal, experimentación material y reflexión crítica sobre los procesos contemporáneos de creación.
Freddy es ingeniero informático, docente e investigador especializado en usabilidad, accesibilidad y diseño de experiencias centradas en las personas. Su trabajo busca generar interacciones más intuitivas y humanas entre el usuario y la tecnología.
Ambos proponen una mirada interdisciplinaria donde lo técnico y lo sensible se entrelazan, promoviendo una comprensión del diseño como campo de mediación entre conocimiento, innovación y cultura, en diálogo constante con los desafíos de la era digital.

Licencia Creative Commons Atribución, No Comercial, Sin Derivadas (CC-BY-NC-ND). 

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