Pequeño meteorito, tu fantasma aún habita en mí

Abril Riveros Pozos

La aparición de quistes hemorrágicos en uno de mis ovarios y el evento inesperado por el cual este fue extraído quirúrgicamente me empujó a una búsqueda creativa para narrar mis sentires en torno a la pérdida y la recuperación, una manera simbólica de honrar la memoria de lo perdido, así como la transmutación para la continuidad de la vida.  

Palabras clave: cuerpo, cuidado, ovario poliquístico, espectro, consustancialidad, fantasma, meteorito. 

–¿Qué es un fantasma? –Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez, un instante de dolor, quizá algo muerto que parece por momentos vivo aún, un sentimiento, suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar (del Toro, 2001)

Poliquístico. Óleo / madera. 2021

Durante la pandemia por Covid-19² varios quistes hemorrágicos invadieron y torcieron mi ovario izquierdo³ y después de tornarse cuerpo necroso fue extraído quirúrgicamente. Su cuerpo espectral me hace repasar ocasionalmente aquel evento como si el ovario siguiera hilvanado a mí.  

Como historia de fantasmas y hechizos, una semana antes de la ooferoctomía, con mi amiga Jamaica hacíamos libromancia en el café Jasón en Xalapa; hacíamos una pregunta y abríamos la página de un libro al azar, la primera frase que apareciera sería nuestra respuesta. En vísperas de la Bienal de Arte Veracruz pregunté al libro qué sucedería conmigo con relación a esa fecha; la página que abrí me habló de la explosión de un cuerpo: el mío. Jamaica y yo nunca imaginamos que se cumpliría ese presagio

Libromancia explosiva. Dibujo lápiz graso / papel. 2021

Mi relación con Jamaica en esta historia es un ejemplo de consustancialidad. De acuerdo con Aparecida Vilaça (s.f) la consustancialidad es la relación entre sustancias corpóreas, dicha relación se forja en la proximidad física y constante de tal manera que los cuerpos en una relación de este tipo pueden llegar a percibirse como un solo cuerpo. Esto quiere decir que no necesariamente la consanguinidad da parentesco, sino que los afectos y cuidados recíprocos entre dos o más personas, o especies –o entre una comunidad con prácticas culturales que les estrechen afectivamente– son prácticas relacionales que vuelven consustanciales sus cuerpos.  

La consustancialidad entre Jamaica y yo, existía en potencia, pero se activó el día que el meteoro ovárico puso mi vida en pausa. Al salir de cirugía, Jamaica me preguntó cuál ovario me habían extirpado, le dije que el izquierdo, asombrada me dijo que en el mismo lugar le había brotado un moretón, lo vi. Nos desconcertamos; como si su piel fuera película fotográfica, superficie archivo, mi meteorito –como renombré a mi ovario poliquístico– posó su sombra en ella, volviéndose “un cuerpo en otro mundo […] un mundo en negativo” (Vilaça, s.f, p. 16). 

Mi ovario, al volverse poliquístico, comenzó a tener un comportamiento incandescente y una metamorfosis violenta lo convirtió en meteorito, una cápsula de memorias ardiendo al rojo vivo fugitivas de mí.¹⁰ En la narrativa que me he construido, el cuerpo meteoro fue atraído por la libromancia como si de una invocación se tratara, y aunque hace tiempo que atravesó la atmósfera de mi cuerpo, continúa generándome imágenes que mezclan realidad y ficción.  

Mi memoria corporal trató de recrearme sin ese ovario, cuyas dimensiones casi duplicaban su tamaño normal cuando me fue extirpado e imaginé: ¿será que en mi carne interior la ausencia de ese ovario se vería como cuando le quitas su hueso a un aguacate quedando un hueco perfecto en su centro?¹¹

Contar lo que sucedió con mi pequeño meteorito ha sido para mí un acto reparador y lo he hecho a partir de la representación gráfica, pictórica, textil, escrita y oral; estas técnicas se convirtieron en un recurso mnemotécnico para mantener en el universo de mi memoria lo que ocurrió alrededor del estallido del meteoro. Toda la creación en torno a lo sucedido con mi ovario ha sido un acto poético de reparación del trauma¹². Para él escribí

Pequeño meteorito  

tu fantasma aún habita en mí;  

mis memorias en llamas.  

Pedazo de luna  

abandonas la tierra mía  

furioso de dolor,  

victorioso en tu libertad  

¿desvanecerás tu pena en el aire  

o en el mar?¹³

Pequeño meteorito. Óleo / madera. 2021

El lenguaje escrito sirve para materializar cuerpos espectrales; aquellos que no son tangibles ni visibles y que, como en este caso, están compuestos de emoción y memoria. El espectro, a decir de Ribas-Casasayas (2019, pp. 9-10), es  

la impronta cultural de las condiciones materiales, un estar ahí o presencia implícita que excede a las delimitaciones sensibles o empíricamente verificables […] lo que habita en los intersticios entre el ser y la nada, lo que queda después de la pérdida. 

¿Qué se hace con lo que queda después de la pérdida? Después de los análisis del tejido retirado, el cuerpo del meteoro fue triturado; no hubo ritual de despedida ¿será que por eso de vez en cuando su fantasma aún habita en mí?; una sutil punzada o la sensación del “hueco de aguacate” me lo hacen saber. Si me concentro bien, también imagino cómo todo se sigue acomodando dentro de mí.  

Pensé que ese cuerpo fantasma seguiría en el intersticio de mi carne y mi memoria si no recreaba para él un viaje sobrenatural a través de un cuerpo simbólico provisional del cual pudiera despedirme (Barbosa, 2019, p. 114).¹⁵ ¿Qué le podía ofrecer a mi pequeño fantasma? ¿Un poco de mi menstruación?, ¿y si traslado la imagen de mi ovario izquierdo a una pieza de pan y lo engullo, sería eso un ritual canibalesco, sublimaría así al fantasma?  

El fantasma lleva consigo un duelo, de la respuesta emocional a la pérdida; las emociones y las relaciones sociales también intervienen en la aparición de enfermedades o malestares físicos –se vuelven tempestad que rompe la atmósfera del cuerpo–¹⁶. Sobre el sentido relacional del dolor Le Bretón expresó: 

El dolor que sentimos no es, entonces, un simple flujo sensorial, sino una percepción que en principio plantea la pregunta de la relación entre el mundo del individuo y la experiencia acumulada en relación con él. […] Va más allá de lo puramente fisiológico: da cuenta de lo simbólico. (1999, p.13). 

Me imagino deshebrando el dolor de aquel día para conocerlo y curarlo. Mi sentido de existencia lo he reconstruido a partir de los objetos que he producido post cirugía y que han sido el medio para sublimar el fantasma de mi pequeño meteorito. Cada pieza generada alrededor de la reconstrucción del hecho, como acto performático¹⁷, es una forma de documentar la transformación de mi cuerpo.

Ovario bordado. Bordado intuitivo. 2022

Lo espectral y mi universo onírico. Varias lunas antes del suceso tuve sueños recurrentes en los que una figuración antropomorfa, masculina, aparecía acostada de mi lado derecho, sentía cómo me susurraba al oído, un aliento caliente.¹⁹

El dolor puede tomar forma²⁰ mi dolor tomó la forma metafórica de un meteorito, de un cuerpo ardiendo, queriendo romperlo todo. Ese íntimo dolor –sustancia fantasmática– de vez en cuando me acaricia la piel, se enmaraña en mis memorias cenizas. 

La melancolía fue un catalizador importante para deshebrar los sentires de mi cuerpo, una ruta que me ha hecho acudir constantemente a lo perdido, reelaborando el tiempo y tratando de habitar ese fantasma como lugar abstracto, heterotópico²¹ al que me aproximo con cada creación, como una conducta de restauración.²²

Busco entre los escombros, pepeno²³ el recuerdo, lo residual de mi memoria en donde habitan afectos, encuentros y desencuentros de los que se impregnó mi ovario izquierdo –objeto perdido–.²⁴

Hoy me pregunto: ¿y si no estoy lista para dejar ir a mi pequeño fantasma? Cuando compartí esta historia me encontré con otras historias de ovario poliquístico, pienso que quizá este fantasma existe para reunirnos y para hablar de nuestros cuerpos, para cuidarnos y acompañarnos con ternura, para renacer cuantas veces sea necesario.

Lluvia menstrual. Fotografía. 2022

¹ Título: Poliquístico, técnica: óleo, año: 2021, autora: Abril Riveros. Esta obra mide un metro por un metro, con ella quise exaltar la plasticidad y estética que hallé en mi búsqueda reparadora sobre la imagen microscópica del tejido del ovario poliquístico; también fue una exploración que me acercó a la abstracción y que me vinculó de una forma placentera con el episodio ovárico.

² Eran principios del mes de diciembre del año 2020.

³ De acuerdo con los estudios posteriores a la cirugía, mi diagnóstico no fue de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP); es decir, no se espera que ocurra nuevamente, sino que se trató de un ovario que aleatoriamente desarrolló quistes hemorrágicos –lo que lo hace poliquístico– y que ello provocó el crecimiento del cuerpo ovárico hasta 6.6 cm de su lado más largo y posteriormente su torsión.

⁴ Procedimiento quirúrgico para extirpar uno o ambos ovarios.

⁵ Adivinación con libros.

⁶ Título: Libromancia explosiva, técnica: dibujo de lápiz graso/papel, año:2021, autora: abril Riveros. Esta es una viñeta autobiográfica de dimensiones 20×26 cm que muestra escenas destacadas del antes, durante y después de la intervención quirúrgica.

⁷ Cuando he compartido espacios continuamente con mi hermana, amigas y compañeras de trabajo nuestros ciclos menstruales se mueven gradualmente hasta emparejarse; cuando leí a Vilaça supe que la sincronización de la menstruación es un hecho de consustancialidad.

⁸ Ambas somos pintoras y capricornianas, fuimos criadas entre montañas y música, ella en Orizaba y yo en Teocelo en el estado de Veracruz, esto abona a un suelo común de consustancialidad. Esto también tiene que ver con identidad, como lo explica la autora Alicia Grasso (2006, p. 30) “nos identificamos con quienes queremos”, entonces nos parecemos por causa de afectividad. Incluso la imagen corporal de ambas personas puede ser semejante.

⁹ Me refiero a todo lo sucedido horas antes, durante y después de la intervención quirúrgica.

¹⁰ La proyección de mi ovario como figuración de un meteorito, describe lo que sentí en mi vientre aquella noche: un calor abrasivo que sobrepasó mi umbral del dolor.

¹¹ Mientras el fantasma del meteoro siga tejido a mí, ese hueco será una huella.

¹² Como sentenció Diana Taylor retomando a Cicerón en los relatos sobre el memorioso Simónides: “el arte de la memoria nace del trauma”(Taylor, p.7, 2022).

¹³ Estas líneas las pensé para acompañar la pintura del costado que lleva por título el mismo que el poema Pequeño meteorito. Es una pintura realizada en óleo sobre madera.

¹⁴ Título: Pequeño meteorito, técnica: óleo, año: 2021, autora: Abril Riveros. Este cuadro tiene unas dimensiones de 67×48 cm y es con el que ilustro el poema anterior que se titula de la misma manera. Con esta imagen mezclo la interpretación de la imagen médica de un ovario poliquístico y la ficción que me ayudó a traducir un poco de las sensaciones que me provocó el ovario poliquístico.

¹⁵ La autora habla de proyectar lo espectral en el cuerpo simbólico (p.114).

¹⁶ Ver: Matoso en Grasso, (2006, pp. 26, 35).

¹⁷ En un sentido cultural, que se repite una y otra vez y hasta n número de veces como lo explica Richard Schechner, en “Restauración de la conducta” (2011, p. 37).

¹⁸ Título: Ovario bordado, técnica: bordado intuitivo como ejercicio de memoria reparadora, año: 2022, autora: Abril Riveros.

¹⁹ Todo era muy lúcido, algunas veces se levantaba y sentía como pasaba sobre mis piernas –hundiendo la cama– y se colocaba al lado izquierdo de mi cama, de pie, mirándome. Una o dos noches antes del estallido, Jamaica –que dormía en el sofá de mi sala– me dijo que no había podido conciliar el sueño porque durante la madrugada una sombra la acechó; yo no le había contado a ella de mis sueños y con lo que me dijo supe que se trataba del mismo espectro. He llegado a la conclusión de que todos estos episodios y energías circundantes eran el eco de mi cuerpo enfermo. Luego del estallido no volví a tener ese sueño.

²⁰ Ver: David Le Breton en Antropología del dolor (1999).

²¹ Entendiendo la heterotopía como aquel lugar inaccesible, extraño, difícil de conocer y que es necesario deshacer el concepto que se tiene de él desde afuera para comprenderlo desde la experiencia de habitarlo, lo cual puede ser sólo una añoranza. Un lugar en ruinas fuera de su tiempo original, blindado en su dolor, resignificado por otra época y otras miradas; enmascarado.

²² Navaro-Yashin en Parrini (2016, p. 104): “Si la melancolía busca un objeto perdido siempre está al medio, entre su pérdida imaginada y su hallazgo potencial”. Ver: Rodrigo Parrini Roses “Heterotopías etnográficas. Lo distante, lo imposible, lo oculto”.

²³ “Pepenar” en náhuatl quiere decir recoger.

²⁴ Documentar a través del hilo poético lo que sucedió me ha llevado a buscar la figuración de imágenes, cuya frontera entre lo real y lo ficticio –la metáfora del ovario meteorito–se disuelve con sutileza.

Referencias  

Libros  

Grasso, A. (2006). Construyendo el concepto de corporeidad en Esteban Manteca (Ed.), Educación Física I. Antología. Primer Taller de Actualización sobre los Programas de Estudio 2006 (1ra. Ed., Vol. 1, pp. 25-37). SEP.  

Le Breton, D. (1999).  Antropología del dolor. Seix Barrial.  

Artículos  

Barbosa, A. (2019, febrero). La existencia sobrenatural de los difuntos. iMex México Interdisciplinario, 16. 113-124, DOI: 10.23692/iMex.16. 

Parrini, R. (2016, octubre-abril). Heterotopías etnográficas. Lo distante, lo imposible, lo oculto. Versión. Estudios de comunicación y política, 37. 97-111. http://version.xoc.uam.mx  

Ribas-Casasayas, A. (2019, febrero). El espectro, en teoría.  iMex México Interdisciplinario, 16. 8-20. doi: 10.23692/iMex.16 

Schechner, R. (2011). Restauración de la conducta. Estudios avanzados de performance 1. Fondo de Cultura Económica. 

Taylor, D. (2022-2023, octubre, marzo). Actos de memoria reparadora. Investigación Teatral, Revista de artes escénicas y performatividad, 13 (22). 5-21. Doi: https://doi.org/ 10.25009/it.v13i22.2717 

Vilaça, A. (2005, septiembre). Chronically unstable bodies: reflections on amazonian corporalities. Journal of the Royal Anthropological Institute, 11(3). https://doi.org/10.1111/j.1467-9655.2005.00245.x 

Vilaça, A. (s.f). Cuerpos crónicamente inestables: reflexiones sobre corporalidades amazónicas. Programa de Postgrado en Antropología Social, Museo Nacional de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. 1-26.  

Película 

del Toro, G. (2001). El espinazo del diablo [película]. El Deseo S.A.  

Abril Riveros Pozos

Originaria del municipio de Teocelo; vive en la ciudad de Xalapa en el estado de Veracruz. Egresada de la Maestría en Estudios de Género en el Centro de Estudios de Género de la Universidad Veracruzana (CEGUV), generación 2021-2023, y de la Licenciatura en Artes Plásticas de la misma institución académica. Integrante de la asociación civil Artes en Movimiento para la Acción Social junto con la artista escénica Hitandehui Pérez Delgado. En 2022 fue beneficiaria del Programa de Movilidad de la Universidad Veracruzana (UV) para realizar una estancia corta de investigación en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, en calidad de estudiante de posgrado del CEGUV. Cursó el Diplomado Internacional de Arte y Género UNAM (2023), generando como resultado el proyecto visual “10 pioneras del arte menstrual en América en las décadas de los 70´s, 80´s y 90´s”. Sus últimas ponencias fueron en: las Jornadas sobre feminismo, arte y sociedad (marzo de 2023), para hablar sobre la menstruación en el arte, evento organizado por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la UV; posteriormente, en el IV Encuentro de Investigación Artística convocado por el Seminario Permanente de Investigación Artística, del Instituto de Artes Plásticas de la UV (septiembre de 2023); y en el V Coloquio Intrainstitucional de estudios de género de la UV (octubre de 2023), organizado por el Centro de Estudios de Género de la misma institución, donde además presentó el performance y Arte: los procesos creativos y su relación simbólica con el cuidado de sí. En mayo de 2023, en la ciudad de Xalapa, llevó a cabo “Menstruar-intercambio de relatos”, una intervención en el espacio público para visibilizar el Día de la dignidad menstrual. Ha participado en diversas exposiciones colectivas en las que ha presentado obra en técnicas como dibujo, pintura y arte textil como en la exposición Destejiendo lo doméstico, el arte textil desde una mirada feminista; dicha muestra se llevó a cabo en el Museo de Antropología de Xalapa en el mes de marzo del año 2022 y participaron cerca de 50 mujeres. A finales del mismo año participó en la Muestra artística y cinematográfica Cuerpos de agua con la pieza “Serie Triángulo Menstrual”, en el marco del XXIX Coloquio Internacional de Estudios de Género cuerpos de Agua, Lenguajes, Flujos y Luchas en los Archipiélagos Feministas. organizado por el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM.

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