Bitácora como diario de viaje. La memoria de los caminos que yo como cuerpo en un mundo tangible es capaz de recorrer. Desde la planeación, el reconocimiento del territorio, el registro de las sensaciones ocurridas en el momento, hasta el análisis posterior de cómo entendí el afuera a través de las sensaciones que experimenté. 

Al registrar la memoria, advierto la existencia de los lugares que recorro. Al intentar reunir los diferentes componentes de la naturaleza, se obtienen imágenes que representan desde otras perspectivas los territorios. Las cartografías a mano alzada, las mediciones dentro de los mapas, las altimetrías de los terrenos, todo con el propósito de intentar entender qué es lo que afecta a mi cuerpo, cómo este se acciona y reacciona ante la variedad de estímulos que ofrecen las condiciones naturales en diferentes entornos, bosque, ciudad, montaña, vecindario. 

Este conjunto de páginas son una parte de la indagación que hago constantemente entre mi cuerpo y los espacios por los que deambula. Mi persona en el mundo, en un mundo compartido con otro montón de seres. ¿cómo me afecta a mi personalmente? ¿cómo vivo los espacios? ¿de qué soy capaz? Documentar desde el arte me ayuda a entender cómo afecto y al territorio y cómo este me afecta de regreso.