Entornos hipotéticos: Desde las historias, a la naturaleza y a los dispositivos urbanos

Yayo/La perra preñada

El proyecto Tótem es una exploración artística que entrelaza la conexión humana con la naturaleza y el proceso creativo colectivo. Inspirado por Joseph Beuys y su visión material de las piedras como portadoras de memoria e ideas, el proyecto toma forma en el marco del gimnasio de dibujo en Chalma Amecameca guiado por Ceci Anaa. Dos piedras, seleccionadas intencionadamente, simbolizan la diferencia entre sembrar y enterrar, y actúan como catalizadores de reflexión y diálogo. A través de un proceso comunitario en el que se dibuja, se come y se comparte, se generó una experiencia única en la caída de una cascada, conectando a los participantes con su entorno y con los demás. “Tótem” trasciende el objeto físico y se convierte en un espacio de expresión, memoria y sentido, invitando a reflexionar sobre la relación entre lo cotidiano y lo místico en nuestras acciones y el arte. 

 

Joseph Beuys relacionaba las piedras con las palabras como parte de su visión simbólica y su enfoque conceptual del arte. Para él, las piedras no eran solo elementos físicos, sino también portadoras de memoria, tiempo y energía. En su cosmogonía, las piedras podían representar la permanencia y la conexión con las raíces de la naturaleza, mientras que las palabras simbolizaban el flujo dinámico de ideas, comunicación y transformación. 

Beuys consideraba que las piedras y las palabras compartían un vínculo intrínseco, ya que ambas podían actuar como vehículos para almacenar y transmitir significado a lo largo del tiempo. Este vínculo reflejaba su interés en la relación entre lo material y lo inmaterial, así como en cómo los elementos del mundo natural podían interactuar con conceptos humanos para generar nuevas formas de conocimiento y creación.

 

 

La palabra ‘tótem’ proviene del término ‘ototeman’, que pertenece a la lengua ojibwa (o chippewa), una lengua hablada por un grupo indígena de América del Norte. En este idioma, ‘ototeman’ se traduce como ‘su clan’ o ‘su familia’, reflejando la conexión espiritual y social que los tótems tenían con las personas y sus linajes. 

El concepto y la palabra se popularizaron en el siglo XIX gracias a los antropólogos que estudiaban las culturas indígenas de América del Norte. Desde entonces, el término ‘tótem’ se ha expandido a un uso más general para referirse a símbolos espirituales o representativos en diferentes contextos culturales. 

Un tótem es un objeto, generalmente una figura tallada en madera o piedra, que representa un símbolo espiritual o cultural para un grupo de personas, especialmente dentro de sociedades indígenas y tribales. Los tótems suelen ser asociados con animales, plantas o seres mitológicos que son considerados protectores o antepasados del grupo. Estos símbolos no solo sirven como conexión espiritual, sino también como emblemas de identidad cultural. 

En muchas tradiciones, los tótems tienen un significado sagrado y pueden ser utilizados en ceremonias y rituales. Por ejemplo, en las culturas indígenas de América del Norte, los tótems de animales pueden simbolizar las características que el grupo busca imitar, como el águila para la visión o el lobo para la lealtad. 

Hice una pieza de arte acción nombrada como \”Totem\” en el marco del gimnasio de dibujo Neza en la actividad de caminata en Chalma Amecameca, guiada por Ceci Ana, en la que subimos a una cascada en grupo organizado por el colectivo de arte La Perra Preñada. Al llegar a la cascada, junto a Ali, se seleccionaron dos piedras y se intencionó cada piedra para hablar de la diferencia entre sembrar y enterrar. Posteriormente, fueron compartidas con las personas que conforman el gimnasio de dibujo Neza y que subieron a la cascada. 

Una vez arriba, compartimos, comimos, dibujamos y tomamos fotos mientras estábamos juntes. 

 

Yayo

Mi práctica artística explora la intersección entre la docencia y el arte, considerando la acción educativa como arte en sí misma. Formado en artes visuales en la Escuela de Bellas Artes de Amecameca, comencé a desarrollarme con el dibujo, la pintura y la fotografía, evolucionando en la búsqueda de un medio no centrado en la forma me acerqué hacia el performance, el arte acción y el video. Estos enfoques me permitieron abordar urgencias personales y colectivas que ayudaron a Involucrarme en proyectos alternativos que replantean el espacio del arte, utilizándolo como herramienta para sanar, jugar, cambiar y transformarnos. 

La perra preñada

Desde su formación, el colectivo artístico “La Perra Preñada” ha sido un espacio de transformación y resistencia desde lo cotidiano. Con un enfoque comprometido hacia la construcción de diálogos genuinos y realidades humanas auténticas, el colectivo busca confrontar percepciones y prejuicios a través de la rebeldía creativa. 

Oriundos de Ciudad Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y el EDOMEX cada miembro aporta su propia perspectiva, profundamente influenciada por el entorno urbano y social que les rodea. A través de múltiples técnicas, medios y expresiones artísticas, sus creaciones capturan la esencia vibrante y cruda de la vida en la periferia, entretejiendo narrativas de lucha, esperanza y resiliencia. “La Perra” celebra la existencia, transformando la precariedad en fortaleza y la cotidianidad en arte que inspira y cuestiona. 

Más que un colectivo, “La Perra Preñada” es un testimonio de dignidad, expresión y la capacidad humana para encontrar belleza incluso en los momentos más difíciles donde su trabajo nos invita a embarcarnos en un viaje emocional y místico que conecta con el corazón, recordándonos el valor de la resistencia y la celebración en medio de la adversidad. 

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