COLMENA: [auto]retrato Una mirada a la identidad a través de los objetos

Gabriela Estrada Deisolbi

Resumen

El presente ensayo parte de una serie de prácticas artísticas que tienen como eje central hablar de mi identidad a través de la creación de retratos-objeto de otros, mismos que elaboro utilizando cera de abeja como material principal, la cual está muy ligada a mi historia de vida.

INTRODUCCIÓN

COLMENA: [auto]retrato es un proyecto artístico interdisciplinar a través del cual exploro, como creadora, otra perspectiva del retrato desde la intersección entre el arte y la apicultura. Tomando esto en consideración, por medio de este ensayo busco compartir los procesos de investigación-creación que me han permitido conectar desde el arte con las abejas y a la vez generar discursos que se desprenden de la exploración, reflexión, experimentación y profundización sobre estas formas de relación entre el arte y la biología.

DESARROLLO

Soy hija de un criador de abejas reinas, las abejas siempre han estado presentes en mi vida, mi historia no sería la misma sin ellas. Al iniciar este proyecto -en plena pandemia- busqué reinterpretar la identidad de personas cercanas a mí por medio de un objeto relacional entre la persona y su historia, ya que pienso que muchas veces los objetos hablan más sobre nosotros que nuestra propia corporeidad. Sin embargo, esta investigación también me llevó a una introspección, a un análisis personal que, más adelante, quise reflejar conscientemente en mis retratos.

Mi proceso creativo comenzó impulsado por el interés de escuchar a las personas, sus relatos para mí representan la posibilidad de adentrarme a mundos distintos, un mapa de posibilidades para retratarlos. En otras palabras, cada una de sus acciones o fragmentos de vida narrados son millones de posibilidades distintas para la realización de su efigie. Analizando esto, encuentro relación con el texto de Chantal Maillard La Baba del Caracol en donde afirma lo siguiente: “Una persona es una multitud de fragmentos, su vida no es una historia, sino un mapa o mejor, una retícula o un rizoma que ofrece itinerarios diversos, cada uno de los cuales daría pie, si lo quisiéramos, a construir una historia distinta a las otras”². Es decir, para mí cada uno de esos itinerarios tan variados en mi proceso representan la posibilidad de hacer un retrato diferente que es generado por medio de esa combinación de historias: la del narrador y la mía como oyente, la que se me relata y la que percibo para su abstracción.

Como una alegoría con mi proceso creativo, las abejas también muestran esos itinerarios diversos al producir sus panales, en ellos nos narran sus vivencias. Para producir cera las abejas deben tener cierta edad, el color de esta no siempre es el mismo, se determina por el polen o floración que existe en esa época del año o en esa específica zona. En un panal podemos observar si la colonia está saludable, fuerte o si la reina es joven de acuerdo con la postura de la cría. Esos puntos son solo unos ejemplos de la lectura que le podemos dar a la cera trabajada para entender su historia. Es por eso por lo que, en mi opinión, los panales son una especie de retratos generados en conjunto por las abejas y sus miles de historias compartidas que componen una colmena.

La reinterpretación de la historia de vida es el resultado de convertir lo abstracto de lo biográfico en una forma concreta, mediante una imagen mental para concluir en la obra, donde yo soy una intermediaria de esas dos realidades. La interpretación consiste en realizar un retrato de la persona que narra su biografía mediante lo que yo llamo “un retrato objetual”, un retrato de la persona hecho mediante objetos. Sin embargo, en este proyecto, por primera vez mi historia y la relación que establezco con cada una de las personas retratadas se hace evidente.

Para realizar los retratos objetuales busco entender las vivencias, sentir y actuar de estas personas para reinterpretar su identidad. Según la RAE, parafraseando, la identidad es el conjunto de rasgos propios de un sujeto o de una colectividad que los hace diferentes frente a los demás, también la define como la conciencia de una persona o colectivo que la distingue de los demás. Si comparamos las definiciones que nos comparte Rodríguez Sánchez (1989) en su tesis Trastorno de identidad, las definiciones de los filósofos William James, Laing, Morris Fitts y la RAE, coinciden en que la identidad es lo que las define como personas, lo que las caracteriza o hace diferentes de las demás.

Piaget asegura que, aunque la identidad se construye precozmente, no nacemos con ella y ésta depende del desarrollo del pensamiento. Asimismo, la identidad toma como inicio esa relación del sujeto con los objetos, es decir, toda acción de relación entre sujeto y objeto sucede por una necesidad, pero a su vez esta interacción genera conocimiento, experiencia y construye significados, en otras palabras, lazos afectivos y el nexo continuo de la experiencia es la base para establecer nuestra identidad. Es por eso por lo que en mis retratos objetuales es de suma importancia la relación del objeto con el sujeto, ya que representa la significación de la identidad en ese momento específico de la vida de dicha persona. Y por ello para mí también es tan importante trabajar con la cera de abeja, porque esa correspondencia que tengo con ella muestra un cimiento importante de lo que ha establecido mi identidad.

En este ensayo muestro las imágenes de los retratos objetuales de tres diferentes personas, los cuales corresponden a los intercambios e historias que recolecté de gente muy cercana a mí. La selección del objeto con el que se les asoció se hizo no bajo una metodología específica, sino más bien mediante un proceso y este no siempre fue el mismo, ya que influye en él mis sentimientos, pensamientos, experiencias, conocimientos e inquietudes, es decir, mi historia. Durante varios años he trabajado el retrato objetual en la pintura con la técnica de óleo. Sin embargo, para el proyecto COLMENA: [auto]retrato quise dar un paso más, trabajar directamente en los objetos y darle importancia a la materialidad con la que trabajo. Comencé el bocetaje de las piezas después de seleccionar mentalmente los objetos como representaciones de la identidad o retrato de diferentes personas importantes en mi vida, al inicio los realicé sobre materiales comúnmente usados para esta parte del proceso de producción artística, como lo es el grafito o tinta sobre papel. Sin embargo, seguía rondando en mi cabeza la idea de interactuar e incluir a las abejas en mi proyecto. Encontré la solución en la misma fisiología de la abeja y utilizando un material que ellas mismas producen: la cera. Tras la experimentación y un arduo trabajo logré transformar la cera en láminas como soporte para mis bocetos y realizar tallados sobre ellas, fue en este justo momento del proceso que comencé una relación afectiva con la materialidad.

Al realizar los retratos busqué la gestualidad, naturalidad y espontaneidad, así surgió la idea de utilizar como referencia las fotografías de los fotomatones ³, una vez que vi el resultado decidí que los bocetos funcionarían mejor si los mostraba como parte del proceso y obra a exhibir. 

Fig. 1

Posible ordenación de fotografías de fotomatón en tiras.

Fotodin. Retratos de actores de teatro desconocidos.

Años 30. Colección Celia Vega

Imagen obtenida: Vega Pérez, “Origenes del Fotomatón 1888-1929”, 333.

Fig. 2

Tallado sobre cera / acrílico

2021

Pero ¿qué sentido le doy a los retratos? En mi obra, los objetos constituyen documentos para dejar registro de lo que sucede y justo mi trabajo funciona de esa manera. Es un documento que me permite dar una lectura de lo que está viviendo nuestra sociedad en la actualidad. Posiblemente Shaday Larios tenga razón al afirmar que quizá nosotros no encontramos a los objetos, sino que los objetos nos encuentran a nosotros . Y eso me hace reflexionar que tal vez es tan fuerte la atracción entre persona y objeto que esa potencia, a través de la experiencia, va modelando nuestra propia identidad y construyendo la percepción de la realidad. Pero personalmente es probable que busque también entender mi realidad mediante mi trabajo o a través de la historia de los demás. 

Por otro lado, he querido entrelazar mi historia con la del narrador, porque me he dado cuenta de que mi historia es el enlace entre la historia del retratado y su retrato. Mi padre, por ejemplo, lleva una selección genética de abejas desde hace casi 40 años, es por eso por lo que las abejas me han visto crecer, me han visto reír, llorar y han sido parte de mi vida y la de mi familia, simplemente no me imagino mi historia sin ellas y por eso he querido incluirlas en este proceso de creación-investigación, por todo lo que significan para mí.

La idea de hacer este proyecto artístico surge al recordar cuando acompañaba de niña a mi papá a su trabajo, de esas ganas de ver a mis padres en pandemia y añorar mi infancia, época en la que las preocupaciones eran distintas. Entre esos recuerdos surgió el olor a madera quemada que salía del ahumador, un aparato que sirve para mantener tranquilas a las abejas a través del humo. Recuerdo a mi papá colocando aserrín en el orificio y prendiéndolo con cerillos al mismo tiempo que hacía movimientos en el aparato para que entrara aire, la madera prendiera y produjera mucho humo. Rememoro lo entretenido que era observar cómo el humo creaba figuras a la hora de esparcirse en el aire. El olor me transporta a muchos momentos de mi vida y ahí comencé a cuestionarme de qué manera podría incluir mi historia, mi familia, a las abejas en este proyecto, es decir, deseaba encontrar una forma de integrarme a estos retratos, de realizar una simbiosis de mi historia y la del retratado, asimismo obtener como resultado un retrato que a su vez fuera mi autorretrato.

Las abejas, a través de un líquido generado por sus glándulas cereras, producen placas de cera que brotan de su tórax. La manera en que trabajan la cera o construyen sus panales en un medio natural es generalmente de una forma plana, y por ello nació la pregunta, ¿qué pasaría si intentaba hacer que las abejas trabajaran en la forma que yo quisiera, es decir, sobre los objetos que yo había seleccionado? En un principio surgieron muchas dudas que solo podrían ser aclaradas en el trabajo de campo y con el tiempo.

Para poder introducir los objetos y lograr que las abejas los trabajaran con cera varios elementos debían estar a nuestro favor: un clima propicio, una temperatura adecuada, temporada de floración, cada una de las colmenas fuertes con una buena población y, sobre todo, que las abejas estuvieran saludables. Pero otro factor, aún más importante, era que los contagios por COVID bajaran para poder volver a acompañar a mi padre sin miedo a contagiarlo y que yo misma fuera el motivo de su enfermedad. Fueron meses esperando y trabajando para que todos los factores estuvieran a nuestro favor, hasta que decidí realizar las primeras pruebas en las colmenas.

Después de años regresé con mi padre al campo, durante todo el trayecto brotaban recuerdos sin cesar: picnics con mi familia, cómo pude olvidar lo mucho que le gustan a las abejas los árboles de flores blancas, los cazahuates del monte que resaltan por su color en las montañas; las veces que fuimos al río que estaba cerca de uno de los apiarios, donde las abejas toman agua; pero principalmente, una vez más, el olfato me trajo recuerdos y sensaciones: el olor a campo, a fresco, a puro, a libertad, ese olor que me hace conectar con todo lo que se encuentra a mi alrededor.

Cuatro semanas después de la introducción de los objetos decidimos regresar y mis preguntas tuvieron algunas respuestas. Para mi sorpresa las abejas trabajaron bajo formas irregulares, no planas, siguiendo el patrón que yo establecí. Sin embargo, el trabajo no fue uniforme como lo es en un panal trabajado en un bastidor o de forma natural en un enjambre, la cera fue modelada irregularmente y se concluyó que esto pudo haber sido por dos factores: el primero, pudo haber repercutido la forma del objeto y; el segundo, que las abejas pudieron haber retirado cera a fin de utilizarla para otros objetivos dentro de la colmena, como puede ser tapar ranuras para no recibir intrusos o pillaje dentro de ella. Pero estas “imperfecciones” hicieron de la pieza algo único, como lo sería un retrato espontáneo, un retrato honesto que capta la gestualidad de un momento y lo hace irrepetible.

Fig. 3 .  2 semanas de colaboración con las abejas

Fig. 4.  3 semanas de colaboración con las abejas

Fig. 5.  4 semanas de colaboración con las abejas

Cuando se retiraron los objetos de la colmena me di cuenta de que la fragilidad de la pieza imposibilitaba su transporte y exhibición, además las abejas ya comenzaban a introducir polen y miel en las celdas, lo cual implicaba un obstáculo más por la limpieza tan meticulosa que se necesitaría para que otros insectos, como las hormigas, no comenzaran a invadir la pieza. Un último obstáculo que tenía que ser resuelto fue que, cuando quise encapsular los objetos con el mismo sistema para encapsular la cera de los bocetos, se introdujo la pieza de cerámica con el panal dentro de una cubeta en donde se colocó resina epóxica; desafortunadamente, el producto derritió la cera, y la miel y el polen que no fueron retirados con éxito de las celdas se derritieron y flotaron a la superficie de la resina manchando todo el material y obstaculizando la vista de la pieza. Algunos objetos se destruyeron y por ello habría que cambiar todo el proceso de encapsulado para esta etapa del proyecto. La importancia del registro en esta investigación fue muy significativa debido a que sin él difícilmente se hubiera logrado llegar a un buen resultado. Cuando se volvieron a introducir nuevas piezas a las colmenas se decidió dejarlas por un tiempo menor para evitar la introducción de alimento al panal y se replicó el proceso de encapsulación, el cual fue exitoso en todas las piezas logrando así una fácil manipulación y transportación de estas.

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Fig. 6.  Objeto recién retirado de la colmena.

Fig. 7.   Auto-retrato 1, 2, 3, panal de abeja sobre cerámica, año: 2021.

Fig.8.  Auto-retrato 1, panal de abeja sobre cerámica, año: 2021.

Fig. 9.  Auto-retrato 4, panal de abeja sobre cerámica, año: 2021.

CONCLUSIÓN

Cuando se retiraron los objetos de la colmena me di cuenta de que la fragilidad de la pieza imposibilitaba su transporte y exhibición, además las abejas ya comenzaban a introducir polen y miel en las celdas, lo cual implicaba un obstáculo más por la limpieza tan meticulosa que se necesitaría para que otros insectos, como las hormigas, no comenzaran a invadir la pieza. Un último obstáculo que tenía que ser resuelto fue que, cuando quise encapsular los objetos con el mismo sistema para encapsular la cera de los bocetos, se introdujo la pieza de cerámica con el panal dentro de una cubeta en donde se colocó resina epóxica; desafortunadamente, el producto derritió la cera, y la miel y el polen que no fueron retirados con éxito de las celdas se derritieron y flotaron a la superficie de la resina manchando todo el material y obstaculizando la vista de la pieza. Algunos objetos se destruyeron y por ello habría que cambiar todo el proceso de encapsulado para esta etapa del proyecto. La importancia del registro en esta investigación fue muy significativa debido a que sin él difícilmente se hubiera logrado llegar a un buen resultado. Cuando se volvieron a introducir nuevas piezas a las colmenas se decidió dejarlas por un tiempo menor para evitar la introducción de alimento al panal y se replicó el proceso de encapsulación, el cual fue exitoso en todas las piezas logrando así una fácil manipulación y transportación de estas.

fuentes consultadas

Vega, Cecilia. “Origenes del Fotomaton 1888-1929”, Revista General de Información y Documentación Vol. 24-2 (2014): 333, https://revistas.ucm.es/index.php/RGID/article/view/47403.

Valenzuela, César. “Concepto Piagetano de Identidad en el proceso de Psicoterapia” (Universidad de Chile, 2012), 75-76, https://repositorio.uchile.cl/tesis/uchile/2012/cs-valenzuela_c/pdfAmont/cs-valenzuela_c.pdf

Maillard, Chantal. La Baba del Caracol. Madrid: Vaso Roto Ediciones, 2014. 

Rodríguez, José Luis. “Trastorno de identidad” (Universidad de las Américas UDLAP, 1989), capítulo 1, http://repositorio.udlap.mx/xmlui/handle/123456789/8056?show=full.

Larios, Shaday. charla virtual por zoom titulada:  “Los Objetos”, organizado por MUTA colectivo de arte, 14 de noviembre de 2021.

Gabriela Estrada De Isolbi

Estudia Graphic Design en Vancouver, Canadá; la Licenciatura en historia del arte y actualmente cursa la maestría en creación artística en el Centro Morelense de las Artes en México.

Los últimos años se ha enfocado en la investigación, experimentación, documentación y reinterpretación de la identidad a través de retratos mediante objetos, los cuales configuran un concepto relacional entre el objeto y la persona, para mostrar que muchas veces un objeto habla más sobre nuestra historia que nuestra propia corporeidad.

De manera individual ha participado recientemente con su serie “Reinvención” en el Museo de Arte Indígena Contemporáneo (Cuernavaca, Mex. 2020), en el Museo de la Ciudad “Fragmentos de mi reinvención” (Cuernavaca, Mex. 2020), en el Museo de la Ciudad “La Lucha” (Cuernavaca, Mex. 2019); de manera colectiva en el MAQRO Museo de Arte de Querétaro (Querétaro, Mex. 2022), Palacio Aramburu (Tolosa, España. 2022), Centro Cultural del Arte Contemporáneo (Ciudad de México, Mex. 2022), Museo José Luis Cuevas (Ciudad de México, Mex. 2021), Mieres Centru Cultural (Asturias, España. 2021), en el Museo de Arte e Historia de Durango (Durango, España. 2020) y en el Centro Cultural Okendo (San Sebastián, España. 2020). Su obra ha sido seleccionada para exposición colectiva en “Bienal de Pintura Joven” Fundación Cum Laude España y Caelum Gallery, New York, E.U.A. Conversatorio Reinvención (Cuernavaca, Mex. 2019) en Museo Morelense de Arte Contemporáneo MMAC.

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